Miros

Tips para desmotivar

Las historias pueden ser contadas como la visión de los vencidos o la visión de los vencedores. Esta puede llegar a oídos de cualquier padre, cualquier maestro, cualquier director de escuela, colegio. De cualquiera que haya evaluado sin medir las consecuencias.

Hay malestares de vida cotidiana que, por reiterados, pasan a ser comunes. Esto es un ejemplo de cómo destruir con un examen los esfuerzos de un alumno. La historia es contada por una madre de familia. No tengo casi dudas de que dice la verdad, o puede ser la verdad para más de uno…

Había una vez un niño, con dos hemisferios izquierdos. Un niño inmigrante, en una escuela extranjera en un país extraño. Habiendo pasado ya por 36 aulas diferentes en un mismo curso escolar; estrategia que tomó la escuela para determinar si él podía ser capaz de sentirse a gusto en alguna de ellas. Nada resultó. Pero esa no es la historia, el cuento comienza aquí:

Exámenes de fin de curso y prueba de Educación Física. La mejor asignatura, para la que nadie estudia porque es fácil y divertida. Sin embargo, para un niño como el mío, es un reto, una montaña difícil de escalar. Para perseguir su objetivo consiguió un entrenador, su hermano de cuarto grado. Así fue como pasaron toda la tarde estudiando los contenidos para el difícil examen: tiro a puerta, conducción entre obstáculos, golpeo con el interior del pie.

Listo para la prueba mi niño se va a la escuela al día siguiente, con ansias de luchar contra el monstruo que tenía que vencer ese día. Pero él había estudiado. ¿Qué podía salir mal?

Como cualquier mamá lo espero a la salida de la escuela y pregunto ansiosa por el resultado: “muy bien por mí mamá, pero el profesor me quitó un punto, porque dice que no llevé la camiseta correcta”.

 


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