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Ira: ¿luchar o huir?

Detrás de la ira está la respuesta de huir o luchar, un comportamiento primario que compartimos los humanos. Luchar o huir se enmarca en el repertorio de comportamientos que nos permiten responder con rapidez cuando nos sentimos amenazados; de tal modo que nos enfrentamos a ello o escapamos de esa situación lo más rápido posible.

La respuesta de luchar o huir es un legado de nuestra historia evolutiva que conservamos hasta cierto punto en una situación en la que tenemos que analizar una amenaza. Luchar o huir nos prepara para responder.

¿La ira es instintiva?  

Es uno de los comportamientos más primitivos. La agresividad es un instinto compartido por casi todas las especies del planeta. Compartimos las reacciones primitivas de luchar o huir, pero nuestra capacidad para tomar decisiones es mucho más sofisticada.

¿Es o no un pecado la ira?

La capacidad de elección nos hace humanos. Tenemos la capacidad de controlar la agresividad. Tenemos la capacidad de sentir emociones y de no actuar basándonos en ellas. Tenemos autocontrol, aunque en ocasiones la capacidad parece desaparecer.

Si no es pecado, ¿es hormonal?

Las distintas partes del cerebro son responsables de distintas emociones. Cuando experimentamos cólera, ira o agresividad entra en acción la amígdala, que provoca que las glándulas suprarrenales bombeen cortisol, una hormona del estrés que prepara nuestro cuerpo para luchar o huir. Es más probable que la gente se enfade si se ha enfadado recientemente, porque todavía tiene niveles altos y residuales de hormonas. Si nos hemos enfadado recientemente, tendremos niveles altos de cortisol.

La testosterona, ¿tiene que ver con la ira?

La testosterona es una de las hormonas asociadas a la agresividad, pero no es la causa. Se piensa que nos prepara para la acción, y eso es lo que nos da la sensación de poder ante un adversario en situaciones competitivas. No sirve tanto para aumentar la capacidad física como para darnos la sensación psicológica de poder derrotar al enemigo.

¿Qué provoca que reaccionemos con ira?

El estrés que generan los malestares de vida cotidiana, hacen más probable que reaccionamos con enfado. Estamos preparados para la ira. La respuesta de lucha o huida entra en acción sobre todo cuando hay un peligro de muerte, pero la experimentamos en otras ocasiones. Se nos apagan las luces en la cabeza y nuestra mente debe tomar una decisión.

¿Es la premeditación lo que hace que la ira sea considerada un pecado?

Disculpamos la ira provocada por una amenaza como una reacción natural. Es el elemento de la venganza lo que hace de la ira un pecado.

 ¿Una sociedad entera puede ser adicta a la ira?

Vivimos en grupos sociales muy unidos. Las sociedades son campos de cultivo de la ira. Unos grupos sociales compiten con otros grupos. La agresividad es una estrategia y un modo de afrontar esa situación, esa competencia. Hay cosas en común, formamos grupos afines y grupos hostiles. Se usa la agresividad para combatir a los grupos hostiles y poseemos otros comportamientos que nos hacen sentir integrados en el grupo afín. 


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