Para mitigar el hambre y la inseguridad alimentaria de forma ambientalmente sostenible, la industria cárnica y al sector agropecuario se han visto obligados a buscar técnicas alternativas de producción animal.
La carne cultivada (in vitro) parece ser una opción viable y plausible para contribuir a resolver el costo ambiental y económico que suponen los modelos tradicionales de producción animal. El consumo de carne genera grandes daños al ambiente, además de los conocidos en temas de salud humana. La ganadería industrial, solo de vacuno, genera el 15 % de gases de efecto invernadero y requieren una gran cantidad de agua. Tomemos en cuenta que el 30% de los cultivos son para alimentar a animales, que después comemos.
Mark Post, de los Países Bajos, fue el primero en desarrollar la idea de crear carne in vitro. Considera que la carne cultivada es una de las maneras de conservar nuestro planeta para las generaciones futuras.[1]
¿Cómo se crea la carne in vitro?
Se usan células madre específicas del músculo, que están en nuestros músculos y se encargan de reparar el tejido en caso de lesión. En cuyo caso, empiezan a dividirse y a fabricar carne. Lo que se hace es provocar ese proceso fuera del cuerpo.
Se obtienen células madre mediante un pequeño procedimiento. Se cultivan durante un tiempo, hasta que se tiene un número suficiente. Entonces, simplemente se deja que hagan lo que suelen hacer en el cuerpo, crear músculo. Luego, con ese músculo, se hace una hamburguesa.[2]
¿Cuáles son las limitaciones tecnológicas?
Una de ellas es que con este proceso se obtienen solamente pequeños pedacitos de carne de alrededor de un par de centímetros de largo y un milímetro de diámetro. Para sacar de ahí un filete o un jamón, habría que cambiar un poco la tecnología. Habría que lograr una estructura en tres dimensiones más grande. Además, se necesitan sistemas de canalización para que los alimentos y el oxígeno lleguen a todos los rincones del tejido.
¿Hay otras limitaciones como el sabor o la aceptación pública?
El sabor depende también del tejido graso y ahora estamos cultivando también tejido adiposo. Es un desafío reconstruir el tejido, producido fuera del animal y que tenga similar gusto, textura y color.
¿Sería más sana también?
No es el objetivo principal. A Mark Post le gustaría crear un producto con más ácidos grasos omega 3 o más ácidos grasos poliinsaturados, que ayuden a reducir el colesterol en lugar de aumentarlo. En teoría pueden hacerlo.
¿Cuáles serían las ventajas de la carne cultivada in vitro?
¿Cuáles serían los desafíos?
Lograr la meta de comer hamburguesa de carne cultivada depende del:
¿Cuánto tardará tener una carne cultivada más barata más sana y más respetuosa con el medio ambiente?
En el mercado para 2020, aproximadamente. Parece ser que llegará en pequeña escala y todavía bastante cara. Una vez que se fabriquen hamburguesas de carne cultivada a mayor escala y de un modo mucho más barato, acabará siendo más eficiente que la carne tradicional.
[1] La entrevista fue realizada por RTVE.es. Publicada con el título: ¿Es posible fabricar carne sintética? En: El cazador de cerebros.
[2] Se necesitan aproximadamente unas 20 mil fibras para poder hacer una hamburguesa. Producir la primera hamburguesa con carne cultivada tuvo un costo de 330 mil dólares. El desafío ahora es producir la escala y pasar de este valor a los 2.00 dólares por gramos, y hacerlo con cualquier especie animal.
Doctora en Ciencias Sociológicas
Investigadora de campos sociales
Redactora de contenido hipermedia
Sembradora de tendencias
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2 octubre, 2024 at 12:34 pmYour point of view caught my eye and was very interesting. Thanks. I have a question for you.